Como Tener un Trabajo de Exito Intro

Estamos pensando en tener éxito en las áreas claves – físico, relacional, económico, emocional, espiritual, vocacional.

La Biblia dice: “Sin fe es imposible agradar a Dios, porque cualquiera que venga a él debe creer que él existe y que recompensara a los que le buscan.” La Biblia dice: “Aquellos que tienen fe son bendecidos”, y la Biblia dice: “Conforme a vuestra fe os será hecho a vosotros.” Así que Dios dice que puedes elegir. Yo puedo elegir lo que Dios bendiga en mi vida, por cuanta fe ponga en eso. En estas áreas – mi salud, mis finanzas, mi mente, mis talentos, mis relaciones.

Mi salud: Porque quiero la bendición de Dios en mi cuerpo, me comprometo en fe a seguir el plan de Dios de salud para energía y fuerza. Hace un par de semanas, hicimos una serie de la “Bendición de Dios para tu cuerpo”

Mis finanzas: Porque quiero la bendición de Dios sobre todo lo que tengo, me comprometo en fe, para seguir el plan financiero de Dios, para salir de la deuda. Hace un par de semanas hablamos de esto. Salud Financiera.

Tu Familia: Compartí como crear un legado en nuestras generaciones futuras. Como cambiar el destino de nuestros hijos, nietos… Vidas de servicio y generosidad.

Estas semanas vamos a ver tu trabajo.

La Biblia nos dice en Proverbios 22:29 “¿Has visto a alguien diligente en su trabajo? Se codeará con reyes, y nunca será un Don Nadie.”

Dios dice que cuando usted se compromete a convertirse en experto en tu trabajo, él te va a prosperar. Vas a tener ascensos en tu vida. Permítanme decirlo de esta manera: La economía no tiene control sobre el éxito en su carrera o profesión.

Es su fe en Dios. Si usted tiene fe en Dios y está confiando en él y lo estás haciendo a la manera de Dios, vas a ver que él te ayudara, incluso a pesar de lo que está pasando a tu alrededor.

Lo que quiero hacer hoy es sólo dar una visión general de algunas de las principales cosas que Dios dice acerca de lo que hace que a algunas personas tengan éxito y que causa que otros no tengan éxito en su trabajo. Lo puedo resumir así: Lo que haces, no es tan importante para tu éxito o para Dios, como por qué lo haces, cómo lo haces, y en lo que se convierte, mientras lo haces.

Luego de mirar en la Palabra, he descubierto que el caso del pueblo de Israel nos ofrece una valiosa enseñanza sobre las oportunidades que tenemos como hijos de Dios.

Muchos piensan que los gigantes en la Tierra Prometida impedían que los israelitas la conquistaran, pero era al contrario.

Esos gigantes prácticamente cuidaban la tierra porque no permitieron que nadie más que los elegidos del Señor la conquistaran, aquellos que valientemente creyeron que podían lograrlo.

¡Tú puedes conquistar lo que otros no logran porque tienes fe y conoces al Señor quien te ayudará a derribar esos gigantes que han cuidado lo que te pertenece!

Hay gigantes guardando tu bendición, pero debes luchar por alcanzarla porque sólo lo lograremos quienes confiamos en el poder de Dios y aprovechamos la oportunidad.

Algunas personas se llenan de amargura y resentimiento porque desean las oportunidades que otros tienen y no aprovechan las propias que les parecen pequeñas. La vida no se trata de grandes oportunidades, sino de sacarle provecho a las que tenemos.

Hace un tiempo, vi un joven en silla de ruedas en la iglesia en mi país. Luego, al salir, noté que se acercaba a un taxi y asumí que alguien lo había llevado, pero me sorprendí cuando vi que la persona que le ayudaba a movilizarse, ¡lo acomodó en el asiento del chofer!

Entonces, descubrí que ese joven era digno de admiración porque aprovechaba las oportunidades que tenía, incluso superando sus limitaciones.

Estoy seguro que el Señor le recompensará con abundancia porque es una persona que no desperdicia sus talentos, no se deja vencer y aprendió a salir adelante cuando otros hubieran encontrado la excusa perfecta para fracasar.

Tu trabajo y tu entorno familiar mejorarán cuando dejes de quejarte, hagas a un lado el resentimiento y la amargura para aprovechar las oportunidades que Dios te regala.

Dios siempre ve tu esfuerzo. Aunque a veces pierdas y otras veces ganes,

Él recompensa la voluntad y buena actitud ante los retos, así que lo importante es demostrar que tenemos la actitud correcta y trabajamos por avanzar cada día, aunque no sea mucho, aunque sea un pequeño porcentaje, pero debemos producir y mejorar en relación con el día anterior. Recuerda que poco a poco se alcanza mucho.

No te compares con otros, esfuérzate por superar tus propios parámetros.

Los seres humanos somos los únicos que siendo únicos nos comparamos.

Cada día debes hacer un pequeño esfuerzo por ser mejor padre, esposo y trabajador. Los 10 minutos extras que estudiaste hoy serán la diferencia en la nota de mañana. No lo dudes, tu esfuerzo verá la recompensa.

Cierta vez, un panadero triplicó sus ventas al comprar un ventilador y ponerlo frente al pan recién horneado, para que el olor atrajera la atención de los clientes.

¡Ese pequeño cambio generó un gran resultado!

Así que no hay más excusas para ser productivo, no esperes grandes oportunidades, no esperes cambios radicales en poco tiempo, asume el compromiso de esforzarte diariamente y superar poco a poco tus dificultades, pero con tenacidad y entusiasmo, dando lo mejor de ti en cada oportunidad.

Agradécele al Señor los talentos que te ha confiado y prométele que los aprovecharás al máximo, multiplicándolos para beneficio de muchos y gloria Suya.