Salud 2

salud-2-cover-devocionales-2017-11-mision_vida.png
Amado, ruego que seas prosperado en todo así como prospera tu alma, y que tengas buena salud
— 3 Juan 1:2 - LBLA

La prosperidad no tiene que ver solo con dinero, sino con que todo siga un curso favorable. Una salud integral donde todo esté en orden, conforme a la voluntad de Dios. Así seguimos avanzando de gloria en gloria en todas las áreas de la vida, para que hoy estemos mejor que ayer, y así sucesivamente.

La salud física está asociada a la prosperidad del alma. Dios está tan interesado en nuestro cuerpo como en nuestra alma. Como hijos de Dios no debemos ser negligentes con nosotros mismos, sino ocuparnos de nuestras necesidades físicas, disciplinar el cuerpo de modo que podamos estar en las mejores condiciones para servir a Dios.

Los discípulos que caminaban con Jesús conocían sobre maldiciones hereditarias, porque cuando se encontraron con un ciego de nacimiento le preguntaron: ¿quién pecó, este o sus padres? Pero en ese caso Jesús dijo: Nadie, es sólo para que el Padre sea glorificado.
Si ya hicimos todo lo que pudimos para mantenernos sanos en Su presencia, pero aun así algún dolor insiste en permanecer, sólo nos queda confiar en que Dios va a glorificarse en esa situación de una forma grandiosa, pero esto no debe servir de excusa para conformarnos, sino para esforzarnos en la gracia que es en Cristo Jesús, 2 Timoteo 2:1, para vivir rodeados de un ámbito de sanidad y que todo lo que suceda sea para la gloria de Dios.
Consejo: Invierte tiempo en crear ámbitos de sanidad en tu casa.
Debemos entender la medida de fe de cada uno. Dios obra milagrosamente pero a veces con duros procesos de obediencia, para mantenernos dependientes a Su persona.
No tires ninguna medicina apresuradamente, a no ser que Dios te vaya guiando en un proceso de fe en fe y de gloria en gloria.

Oración